¿Cómo se relacionan la resistencia y la religión?
Las emociones negativas, que se encuentran entre las principales emociones que enfrentamos en la vida, imponen costos enormes a las personas y familias de todo el mundo. El dolor, la tristeza, el estrés, la ansiedad y la depresión son algunas de las emociones negativas que experimentan las personas a nivel emocional.
En cuanto a qué provoca estas emociones, hay que decir que todos tenemos reacciones similares ante hechos negativos o acontecimientos graves. Por ejemplo, nos sentimos tristes cuando perdemos algo oa alguien, y esta tristeza puede crecer a tal intensidad que afecta nuestra vida y comportamiento.
A veces el miedo domina nuestra vida o nos preocupamos por no lograr nuestras metas en la vida. O tal vez otros pisoteen nuestros derechos y nos pongan tristes y enojados.
No podemos vivir sin tener problemas y sin enfrentar desafíos. Incluso nuestros parientes más cercanos pueden hacer cosas que no esperamos y que encontramos desagradables. Este es un hecho de que la tristeza y el sufrimiento son parte de nuestra vida y no pueden eliminarse por completo. También es un hecho que la tristeza suele durar mucho tiempo y la alegría es efímera. Esta es la naturaleza de la vida.
Según estudios realizados por psicólogos, existe un vínculo directo entre la salud psicológica y los valores humanos. Los valores nos dicen cuánto podemos tolerar el dolor psicológico y la tristeza. Por lo tanto, el nivel de gestión y resistencia a los problemas y dificultades depende de nuestro sistema de valores. Por eso los psicólogos tratan de mejorar el nivel de resistencia de las personas ante los problemas y dificultades a través del aumento del valor de referencia.
La relación entre la salud psicológica y la religión y la relación con Dios es muy importante en este contexto. Si esta relación es sólida, uno se vuelve fuerte para soportar las dificultades. Además, la relación de uno con Dios da esperanza y ayuda a salir más fácilmente de la tristeza.
Otro tema importante es subestimar los factores que conducen a la tristeza, el estrés y el dolor. Uno de esos factores es Satanás y los malos pensamientos que se infiltran en nuestros corazones. Cuando estamos tristes y angustiados, nuestra relación con Dios se debilita, y bajo tales condiciones, se abre el camino para la infiltración de Satanás. Dios dice en el Sagrado Corán:
“Satanás os amenaza con la pobreza y os ordena cometer pecado. Dios te promete perdón y favores. Dios es generoso y omnisciente”. (Sura al-Baqarah, versículo 268)
